Luz y sombra

Hoy es un día especial para escribir sobre la luz y sombra que cada uno lleva adentro. Para algunos convivir y aceptarla es difícil, para otros ni  siquiera se han cuestionado sobre su presencia. 

 Para los que hemos despertado a la consciencia de que ella existe, se acepta como parte de la estructura psiquica implantada en el cerebro que domina las emociones y los pensamientos que ni uno mismo tiene control sobre ellos, sin percartarnos que a veces nos mantiene en un círculo  vicioso de pensamiento negativo como un disco rayado y sin un amo que lo controle y lo aquiete. Entonces ahí me pregunto. 

¿Cómo hacer para comprender de su existencia y llevarla a la luz? 

La opción saludable y certera es internarse en las profundidades de las aguas turbias emocionales para empezar acercarse más a ellas, mirarlas de frente para no huir, preguntarles que quieren  enseñar que aún siguen atadas al conflicto de la cual se alimentan a diario y que no quiere salir, sanar o transformarse para vivir desde lo opuesto. 

Mientras tanto me esfuerzo, trato de dar un paso más en lo desconocido, pero me hieren recordandome que fácilmente  no harán metamorfis a la luz.

A veces no entiendo el proceder de mi espíritu calmado, sereno, si dices amarme incondicionalmente y no me ayudas a minimizar la lucha interna entre la luz y la sombra. Trato de seguir las indicaciones amorosas para alcanzarte pero me duele desprenderme de mis creaciones que pensaba eran las correctas dentro  de la infinita caridad hacia mi pero me doy cuenta que me destruyen, me hacen infeliz, hostil incapaz de perdonarme...peleo tanto conmigo que quisiera arrancarlas de mi piel para no volverlas a sentirlas. Mientras más peleo, mi sobra más se queda ahí dando volteretas mirándome como si tuvieran vida propia en el hogar que les di para albergarse por el tiempo que yo decida que se queden; sin contar los espejos que me envías para entenderte pero a veces prefiero no molestar para no profundizar en los aprendizajes que debo integrar y me hago la loca al cansancio que siento de tratar de salir de ese circulo que no me gusta pero insiste en quedarse como una garrapata.

En otro extremo, aparece una voz interior tocando la puerta del alma para recordarme que continué el camino hacia el encuentro lumínico con el todo, con el ser uno, con la verdad que sólo mi corazón conoce. Pero otra parte de mi desconfia porque tengo miedo al vacío de la nada. No comprendo por que me cuesta tanto desapegarme, olvidarme de las heridas sonsoñosas que tanto daño hacen a mi interior desmoronado la esencia pura que soy. Sigo aferrada a ese dolor, a esa sombra amándola por la eternidad, como si ella me hiciera evolucionar en el amor que es desde donde quiero vivir realmente.

Finalmente comprendo que lo verdadero es aceptarme y amarme con mis aciertos y  desaciertos humanos, dejar de luchar con el vaivén de la vida,   fluir con las experiencias sin darles poder, ni energía, ni tratar de encontrar explicación ni significados extraordianarios. Simplemente son manifestación de mis propias creaciones que luego reprocho, entonces sólo queda soltar el control de querer cambiarlas porque ésta intención es la que alimenta más mi sombra.

Con cariño,

Tu sombra y Tu luz.

Ana Cristina jaramillo

"La coherencia entre el corazón y la mente generan vibraciones de alto nivel para manifestar la abundancia merecida".